En la apertura se siente bastante vivo: bergamota + manzana aportan un toque frutado-cítrico, mientras que la pimienta negra da un matiz especiado que “despierta”. Después va evolucionando hacia una fase más rica: la fruta se mezcla con el azafrán y la salvia, dando una sensación “elegante pero con carácter”. El oud aparece más en el fondo junto con el sándalo y la madera de guaíaco, lo que le da profundidad y una estela amaderada-resinosa que lo hace más nocturno o para uso “especial”. Algunos usuarios lo describen como “fruta + oud limpio”, otros lo encuentran con una faceta casi “after-shave premium” gracias al toque de sándalo + musgo. En resumen: es un oud que no es extremadamente “animal” o sucio, más bien refinado; tiene frescura al inicio, luego madera y profundidad.